sábado, 14 de diciembre de 2024

¿Es usted «spornosexual» o le excita más la «anortografofilia»?

 La irrealidad de las palabras nuevas

Sabemos que aquello que no se nombra no existe. Necesitamos una etiqueta para identificar, clasificar y agrupar, y sobre todo para visibilizar.
En lenguaje cortazariano, la lengua, su estudio y su práctica constituyen un itinerario a veces franqueable y otras un muro contra el que nos estrellamos y nos damos de bruces. Si brujuleamos por las redes, encontramos «palabros» muy «excitantes», llenos de sorpresas, emociones, chistes, disparates y parafilias.
La Academia poco o ningún caso hace a palabras como «heteroflexible», «lumbersexual», «arromántico», «bicurioso», «amomaxia», «amiquesis», «narratofilia» y «quinunolagnia»: suma y sigue. Y no se deja llevar por la riada tumultuosa de estas nuevas creaciones, llenas de prefijos, derivación y parasíntesis.
Hay que testar, comprobar y reposar, todo a su tiempo, o de lo contrario se corre el riesgo de la caducidad terminológica antes de que cuaje este fenómeno tan actual.
El placer de leer faltas de ortografía
Algunos artículos se dedican al análisis de la «anortografofilia», por ejemplo, citada en los libros Perversiones y Pervertidos, algo así como la consecución de momentos esplendorosos personales, íntimos y únicos a fuerza de leer faltas de ortografías en los mensajes que uno recibe. Natural como la vida misma, en apariencia.
Esta parafilia entra dentro del grupo de «palabros» como «demisexual» –conexión emocional con la otra persona– o sapiosexual –quien se excita con las conversaciones inteligentes y huye del cortejo rutinario y se enciende con mentes audaces–. De ahí al «leñasexual», un paso: la rudeza atractiva del aspecto leñador, barbudo y ataviado de cuadros en una granja más o menos urbanita pero sí algo bucólica.
El metrosexual está desfasado y ahora se lleva el «spornosexual» y las redes tienen mucho que decir y sobre todo mucho que exhibir: constituyen un espejo de músculos y tabletas sin derretir, fibra esculpida a golpe de crossfit y selfie que colgar de Instagram para escarnio y envidia de propios y extraños.

El culto al ego
Algo que ver tiene todo este fenómeno terminológico con la realidad, con la propia sociedad a la que pertenecemos: el culto al yo, al ego, con una mirada puesta en el otro. El narcisismo y el yoísmo cotizan al alza dentro de un complejo entramado de relaciones sociales y humanas de las que el lenguaje no puede sustraerse.
Sabemos que aquello que no se nombra no existe. Necesitamos una etiqueta para identificar, clasificar y agrupar, y sobre todo para visibilizar. De ahí que toda la batería de sufijos resulten de vital importancia: «sanicentrismo», por ejemplo, parece querer definir a aquella persona que nos da un toque y así nos centra sin irnos por las ramas y atinar con nuestros comportamientos y acciones, algo importante a la hora de la toma de decisiones tanto en lo personal como en lo profesional.
(Publicado en septiembre de 2021 en The Objective)

viernes, 13 de diciembre de 2024

¿Son más listos quienes más tacos dicen?

 


¿Es difícil escribir un artículo sobre los tacos y palabras malsonantes sin incluir ninguno en su redacción? Dados los tiempos que corren, convendría soltar más de uno. Variaditos, eso sí.Para algunos, las palabrotas suponen una descarga emocional, un alivio terapéutico, pues liberan tensiones emocionales, algo así como un bálsamo o un analgésico.
Algo de ello debían saber autores como Quevedo y Góngora, por ejemplo, o la corriente literaria goliardesca y los libros de caballerías, o el marqués de Sade, entre otros. Los autores del romanticismo introdujeron el lenguaje popular en la literatura, pero será en el naturalismo con Zola cuando hablemos de un auténtico sociolecto.
Somos conscientes, por tanto, de que a lo largo de la historia de la lengua y de la literatura el taco ha estado presente en textos de relevancia.
Les gros mots forman parte de la espontaneidad y de la expresividad propias del registro coloquial, caracterizado por cierta naturalidad y flexibilidad en la comunicación diaria, ya sea entre amigos, familiares o conocidos.
¿Son los tacos de mal gusto?
No obstante, convendría su uso en la justa medida para controlar su alcance. Los contrarios a dicho empleo se basan en razones de lo que denominan “buen gusto”: ante público femenino aconsejan desterrarlos de su vocabulario porque causa mala impresión; tampoco es de buen tono que las clases sociales más privilegiadas o profesiones de elevado rango intelectual escupan palabrotas. Y los niños, que son como esponjas, que ni los oigan, por supuesto: padres y profesores deben inculcar ejemplo a pupilos y vástagos.
Existen estudios que avalan la virtud del taco, pues demuestran que las personas que los profieren son más inteligentes y que poseen una mayor capacidad de recursos léxicos y estilísticos en su expresión tanto escrita como oral.
Sin entrar en matices, sostenemos que conocer una amplia terminología ad hoc permite al emisor garantizar la cualidad de persona culta, porque sabrá en qué contexto y con qué receptores usar o no aquellas palabras que expresen de la manera más correcta y clara el mensaje que desea transmitir, con un código que ambos intervinientes conocen. Eso es comunicación: cifrar y descodificar la lengua.
De esta manera, el lenguaje nos iguala y convierte en grupo homogéneo a los jóvenes, más allá de que sean “chonis”, “cayetanos”, “canis” o “pijas”.
Ahora bien, no debemos perder de vista el valor comunicativo que poseen en el teatro actual, considerado el género literario más próximo a la conversación por su carácter dialógico.
No abusar de su uso
Además, el DRAE, como sinónimo, aporta el término “juramento” en la acepción número 19 de la palabra “taco” y la mayoría de lingüistas señalan que el problema del taco es la reiteración y el abuso: de tanto repetirlo pierde su carga semántica, sea expresiva o sanitizadora como elemento catártico de ciertas emociones.
Un importante número de investigadores ha analizado algunos de los aspectos de este lenguaje soez y concluyen que los disfemismos, como se denominan a estos términos, no siempre designan una realidad peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, sino que constituyen herramientas para manifestar cercanía, cariño, afecto o complicidad, y no solo se emplean en contextos con algún tipo de violencia o de transgresión social ni de ruptura de lo convencional.
Otras voces añaden que en los últimos tiempos España asiste a un abuso indiscriminado de tacos en todos los ámbitos y a todas las edades; mucho más en este lado del océano.
El taco no sabe de trabajos, ni de tramos de edades, ni de componendas sociales ni origen o estudios, de regiones o mayor o menor educación. El taco está ahí conviviendo con tantos otros términos y la Fundéu constata que el español es un idioma rico en tacos.
Regañinas de antaño, lavar la boca con jabón, castigos y reprimendas que coartaban la expresión de emociones, sentimientos y sensaciones: frustración, alegría, enfado, desengaño, pena, dolor, satisfacción (suma y sigue), hoy no se contemplan pues: “Los tacos aparecen en el discurso cuando hay una intensidad afectiva que no se puede simbolizar”, explica Irene Sáez Larrán, psicóloga y psicoterapeuta, autora de “GuíaBurros. Guía para entender a los adolescentes”.
Hacer un uso contextualizado
Sería bueno proponer un variado elenco de “tacos y animar a su uso contextualizado y comunicativo.
En la actualidad, los medios de comunicación también tienen mucho que decir al respecto y, lejos de utilizar el criterio de urbanidad o moralidad, prefieren la consigna de lo políticamente correcto para garantizar la comunicación.
Recordar tiempos pacatos distorsiona la comunicación: sin molestar ni ofender, el taco forma parte de nuestro idioma. 
Recordemos la importancia de las palabras: aprendamos y practiquemos su correcto manejo.
(Publicado en agosto de 2021 en The Conversation)

viernes, 6 de diciembre de 2024

Presentación poemario "Éramos esto"

 El pasado 29 de noviembre se presentó en el Centro Riojano de la calle Serrano de Madrid, el último poemario de Pilar Úcar: ÉRAMOS ESTO, prologado por Clemente Hérnández.

Leemos en la red:
SINOPSIS DE "ÉRAMOS ESTO":La profesora Pilar Úcar Ventura irrumpe con una poesía intensa, que sabe encontrar en la intensidad poética, una voz serena y equilibrada.

44.- NI TANTO

Evito el silencio
que rompe la postura.
Sentimiento blando
que flota entre ambos
y que abre paraísos
recorridos.
Voz sin estridencias,
con querer basta,
amordazados.
Conciencia de la imposibilidad
total.
La memoria borra,
sin pudor,
los instantes,
más recientes.
Miedos pretéritos,
intentos y acertijos, sin molestar,
sin invadir. 

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Presentación "El otro Siglo de Oro"

El 16 de octubre pasado, a las seis y media de la tarde, tuvo lugar en el Ateneo de Madrid la presentación de este nuevo libro de Pilar Úcar.
La presentación fue dirigida por José Antonio García Regueiro y moderada por Ana Pulido, y contó con la intervención de Pedro Ortega, director de Ediciones Aulós; Francisco Rodriguez, Decano de la Facultad de Teología de la UPCO; y Pilar Úcar Ventura, la autora y profesora en la UPCO.

(Firma de libros a los asistentes a la presentación)