- Colaboración de M. Regalado
Qué difuso horizonte
de líneas imprecisas
abona esta quietud.
Qué ausencia de motivos esta tarde me aturde.
Inamovible,
indiferente y quieta tras mi bruma,
en este contraluz,
afanes y deseos se yerguen,
se alinean,
mutan,
se des
va
ne
cen.
Y un extraño brebaje
(laxitud y
tumulto)
con avidez el alma paladea.
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