lunes, 7 de julio de 2025

Aún quedan dinosaurios…

 


¡Qué tiempos aquellos los del tiranosaurio rex o del velociraptor! Más allá de sus rugidos, nos resultaban familiares porque defendían a su familia en un hábitat contaminado por la despiadada mano humana.

Ahora se han producido unas mutaciones, y en la última entrega de Michael Crichton, aparecen unos engendros mezcla de avatares, gremlins y godzilla

La ambición capitalista para comercializar un fármaco contra las cardiopatías irrumpe en un paraíso idílico. La venganza de los monstruos no se hace esperar: tragan a unos y despedazan a otros; sorpresa va y susto viene. 

Al final, se impone el orden en un “mundo” Jurásico donde se lucha por la salvación de la humanidad; un poco de populismo, gotas de moralina norteamericana, efectos especiales a cascoporro, diálogos con ciertas ínfulas de trascendencia, final feliz y todos a casa… tan contentos.

Aquel Tiburón que (nos) aterrorizaba en 1975, ha vuelto…animal y hombre por la supervivencia. Ha comenzado el verano: pistoletazo de salida para los estrenos estivales en las salas de cine refrigeradas.

Seguro que hay quien al leer esta breve reseña encuentra vestigios de la actualidad sociopolítica allá donde se encuentre vacacionando.

¡Prevenidos!

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