viernes, 14 de marzo de 2025

Samurah

Zamora - Catedral y Palacio Episcopal desde la otra orilla del rúi Duero
Zamora - Catedral y Palacio Episcopal desde la otra orilla del Duero
(archivo personal)


- Colaboración de M. Regalado

Despierta somnolienta
–"somnolenta"-
la vieja Semuret.

Aún las diez no son dadas
y el silencio se enreda en estos muros,
y el empedrado calla.

Enemiga mortal de los silencios
y a resguardo en su alto campanario,
una campana osada
se atreve a resonar.

La cigüeña la escucha, indiferente,
y comienza su día
en románicas piedras asentada.
Allá arriba, su nido
comparte espacio y tiempo
con la piedra hecha historia,
con la firma indeleble del cantero.

Se están recomponiendo
las calles,
las plazuelas,
las tiendas centenarias,
-“abrimos a las diez”-

y en esa espera,
en el silencio roto sólo por la campana,
Samurah es más vaccea,
más celta, más romana,
más medieval,
más nuevamente vieja.

Viriato, Doña Urraca, 
Bellido Dolfos 
o el propio Arias Gonzalo
podrían aparecer al doblar una esquina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario